Pintura Barroca. Países, escuelas de pintura y pintores mas destacados de América Latina y el Caribe.

Transfiguration of Jesus. 1683 Cristobal Villalpando. Pintor Mexicano.
Brasil.
En Brasil varios pintores y escultores influenciados por los pintores portugueses desarrollan un arte propio que a partir de las influencias europeas toma un curso diferente asociado con la idiosincrasia de esta vibrante y particular región.
En la rica y productiva ciudad de Minas Gerais en el siglo XVIII un apogeo en las artes y la cultura dan pie a que destaquen pintores tales como:
Antonio Francisco Lisboa (1730-1814) arquitecto, pintor y escultor barroco conocido como Alejandrino, fue contratado para decorar iglesias. Sus obras, con marcado carácter religioso, fueron hechas en madera y esteatita y pintadas posteriormente, esos eran los principales materiales utilizados por los artistas barrocos de Brasil. Entre las obras de Antonio Francisco Lisboa encontramos la de “Los doce profetas” y “Los pasos de la pasión”, en la iglesia de “Jesus de Matozinhos” ubicada en “Congonhas do Campo”.

Aleijadinho- grupo escultorico en madera pintada.
Manuel da Costa Ataíde ( 1762- 1830)
También de Minas Gerais, conocido por Mestre Ataide. Fue un destacado pintor el cual tuvo una gran influencia en numerosos estudiantes y pintores seguidores de su estilo pictórico en su región; incluso hasta mediados del siglo XIX, los cuales utilizaban su método de composición, especialmente en lo que respecta al tratamiento de la perspectiva en el techo de las iglesias.

«La Ultima Cena». Mestre Ataide. Pintor de Brasil.
Eusébio de Matos Guerra (1629 y 1692), Nacido en Salvador, Bahía, fue uno de los mas famosos y mejores pintores del periodo barroco de Brasil. es considerado como fundador de la escuela de pintura de Bahía.

Eusebio de Matos Guerra.
Francisco de Paula Jesuino Gusmão,1764-1819, sacerdote carmelita, nacido en Sao Paulo y conocido también por su nombre religioso Fray del monte Carmelo. Destacado como pintor, poeta, arquitecto, escultor, dorador, tallista, maestro de torêutica y músico brasileño.

«La Virgen». Jesuino de Monte Carmelo.
José Teófilo de Jesús, (1758-1847) Brasil. De la escuela de pintura de Bahía, pintor Barroco Decorador que destaco por el uso de la luz y contrastes con maestría. El enfatizaba el dramatismo con una paleta que usaba extremos entre colores oscuros y pasteles en sus escenas para destacar las figuras principales, dotando a las mismas con sensación de dinamismo teatral no obstante a ser representadas las mismas idealizadas y etéricas.
Su trabajo es ecléctico y se caracteriza por ilustrar en sus obras elementos que señalan la transición del barroco al Rococó, utiliza algunos rasgos del dibujo neoclásico, adaptando con creatividad un patrimonio estético importado en un nuevo contexto, que derivo en un lenguaje típicamente brasileño.
Realizo temas profanos también en un contexto donde la tradición religiosa tuvo gran peso. Su producción es al parecer enorme, pero un buen número de las obras que se identifican con su nombre tienen esta atribución sostenida sólo por tradición oral. A pesar de ser reconocido por los expertos como uno de los grandes nombres del Barroco brasileño, uno de los últimos grandes, los aspectos de su vida y jornada artística sigue estando lleno de lagunas e incertidumbres.

«Muerte de Lucrecia.» José Teófilo de Jesús
Escuela Cuzqueña en la pintura barroca.
La Escuela Cuzqueña fue una célebre escuela de pintura surgida en la ciudad virreinal del Cuzco alrededor del 1583, en el suroeste del Perú, esta escuela, quizás la más importante de la América colonial española, se caracteriza por su originalidad resultado de la confluencia de dos corrientes poderosas: la tradición artística occidental, por un lado, y el afán de los pintores indios y mestizos de expresar su realidad y su visión singular del mundo, visto atreves de costumbres regionales y particular idiosincrasia, con raíces antiguas plenas de sabiduría ancestral.
También se pintan las vírgenes triangulares (sincretismo del culto a la virgen María y la “Pacha Mama”).
El Virreinato del Perú en la zona del Cuzco (Una entidad territorial creada por la Corona durante su dominio en el Nuevo Mundo, entre los siglos XVI y XIX), abarcó gran parte del territorio de Sudamérica, incluida Panamá. Fuera de su dominio estaban: Venezuela y Brasil, que pertenecían a Portugal.
La región que rodea el lago Titicaca fue protagonista de un estilo particular de decoración con “Los ángeles arcabuceros” (Se trata de ángeles asexuados que se encuentran vestidos con ropas de soldado y armados de un arcabuz). Integran un estilo pictórico estrictamente americano que se desarrolló en el Marquesado de Ya vi en la puna de Jujuy, por entonces perteneciente a la provincia del Tucumán, siendo su maestro Mateo Pisarro.

Angeles Arcabuceros. Escuela Cuzqueña.
El barroco en la pintura Cuzqueña en el siglo XVII tuvo la influencia de la corriente del tenebrismo a través de la obra del pintor español Francisco de Zurbarán y también de la inspiración de grabados con arte flamenco provenientes de Amberes, pero la creciente actividad de pintores indios y mestizos hacia fines del siglo XVII, hace que el término de Escuela Cuzqueña se ajuste más estrictamente a esta producción artística que sale de manos de artistas locales y se aleja de la influencia inicial de las corrientes predominantes en el arte europeo.
La pintura anónima Nuestra Señora de Cocharcas bajo el baldaquín (Escuela de Cuzco, Perú), 1765, óleo sobre lienzo, que se expone en el Museo Brooklyn es una muestra de las adaptaciones autóctona a los temas religiosos.

Nuestra Señora de Cocharcas bajo el baldaquín (Escuela de Cuzco, Perú), 1765.
Los artistas de esta escuela se interesan por asuntos costumbristas como, por ejemplo, la procesión del Corpus Cristi, y por representar la flora y la fauna andinas. Aparecen, asimismo, una serie de retratos de caciques indios, con sus atributos autóctonos llenos de colorido y cuadros genealógicos y heráldicos.
En cuanto al tratamiento técnico, se observa un alejamiento de la perspectiva, sumado a una forma novedosa de particionar el espacio en varios espacios concurrentes o en escenas compartimentadas. Nuevas soluciones cromáticas, con la predilección por los colores intensos, son otro rasgo típico del naciente estilo pictórico.
A fines del siglo XVII, específicamente, en 1688 se produce una desunión en el gremio de pintores que termina con el apartamiento de los pintores indios y mestizos de sus colegas españoles. A partir de este momento, libres de las imposiciones del gremio, los artistas indios y mestizos se guían por su propia sensibilidad y trasladan al lienzo su mentalidad y su manera vernácula de concebir el mundo. Temas de genero, del diario vivir se desarrollan junto con la tradicional pintura religiosa; pero esta ultima es dotada de elementos autóctonos y sincretismo religioso local en forma mas marcada.
Correspondiente a esta etapa luego de la ruptura están los pintores nativos Antonio Sinchi Roca, con la serie de evangelistas y profetas sobre los pilares de la Catedral. Otro maestro indígena, fue Francisco Chihuantito con una obra firmada: «La Virgen de Montserrat».

Francisco Chihuantito. La Virgen de Monserrat
La serie más famosa de la que hoy se conoce como Escuela Cuzqueña es, sin duda, la de los dieciséis cuadros del Corpus Cristi, que originalmente estuvieron en la iglesia de Santa Ana. Esta serie tiene un enorme valor histórico y etnográfico, pues muestra en detalle los diversos estratos sociales del Cuzco colonial, así como gran cantidad de otros elementos de una fiesta que ya entonces era central en la vida de la ciudad.
Cada cuadro Representan elementos de una procesión. Para algunos historiadores el autor de esta serie podría ser el pintor Basilio Santa Cruz Puma Callao o puede que fuera Diego Quispe Tito. (1611-1681) o provenir al menos de sus talleres. Ambos pintores fueron de gran importancia en el arte de la Escuela Cuzqueña.

La Procesión del Corpus Cristi». Basilio de Santa Cruz Puma Callao.
Estos lienzos fueron encargados por el Obispo Mollinedo para la iglesia de indios de Santa Ana en Cuzco (Perú) y estuvo financiada por nobles incas quienes están representados con todas sus dignidades en algunos cuadros de la serie por ser los donantes.

«La vision de la Cruz». Diego Quispe. Tito.
El primer artista cuya personalidad se conoce en el siglo XVIII, es Basilio Pacheco. Este autor realizó los lienzos de la vida de San Agustín en el claustro del Convento de San Agustín en Lima y un cuadro importante “La circuncisión” en la que emplea marcada alegoría a la pintura del renacimiento con la arquitectura representada en el fondo de la escena.

«La Circuncisión». Basilio Pacheco.
El otro artista importante de ese siglo XVIII es Marcos Zapata que esta considerado como el ultimo de los representantes de esta escuela Cuzqueña. Su producción pictórica, que abarca más de 200 cuadros, se extiende entre 1748 y 1764. Sus obras conservan aun la tendencia barroca teatral y expresiva de sentimientos, pero afloran elementos que hacen referencia a las nuevas tendencias e influencias de su época.
En el cuadro de «La Visitación» de Marcos Zapata, se puede apreciar la claridad escenográfica, el movimiento de las personajes, la ligereza de las túnicas y mantos, la iluminación brillante de la atmósfera en el cuadro, donde predominan los colores pasteles. Lo mejor de su obra son los cincuenta lienzos de gran tamaño que cubren los arcos altos de la catedral del Cuzco y que se caracterizan por la abundancia de flora y fauna como elemento decorativo.

‘La Ultima Cena». Marcos Zapata.
Algunos seguidores de Marcos Zapata fueron los pintores: Cipriano Gutiérrez, Antonio Vilca e Ignacio Chacón.
Guatemala.
En Guatemala en la ciudad de Santiago de Los caballeros surgen talleres especializados en los que los artistas tomando la obra del escultor en madera en crudo (sin pintar) hacen lo que se llama el encarnado, otros especializados en el “estofado” y el dorado a fuego. El resultado es un acabado de filigrana en capas ornamentados con bellos motivos florales, típicos de esta región.
La escultura barroca guatemalteca ha sido por mucho tiempo ávidamente favorecida por entusiastas coleccionistas, que buscaban sobre todo las piezas de culto doméstico debido a sus pequeñas dimensiones y fácil transportación, aunque también solicitaban mucho las esculturas sacras de mayor tamaño para decorar iglesias, siendo estas del tipo estofadas, de vestir o bastidor.
Muchas obras se perdieron debido a muy diversos actos de vandalismo artístico y cultural o trágica adversidad como el incendio que en 1993, consumió 64 obras de arte en el templo de El Carmen en San Cristóbal de Las Casas, antiguamente conocida como “Ciudad Real”.
Desde el siglo XVII, este país contó con un destacado acerbo artístico que en parte, ha sobrevivido hasta nuestros días. Pero entre las que desafortunadamente se perdieron en el incendio, estaba una bella escultura que representa a San Sebastián que fue realizada por el artista Juan de Chávez así como otros magnificas obras de artistas barrocos locales que realizaron sus obras entre el siglo XVII y XVIII. La escultura religiosa básicamente era anónima hecha por artistas artesanos y no estaban firmadas o se cuenta con la necesaria documentación salvo en contados casos.
Entre los artesanos artistas nativos de Guatemala se encuentran:
– Anton Rodas.
– Quirio Cataño.
– Alonso de la Paz y Toledo.
– Juan de Chávez.
– Mateo de Zúñiga.

Señor de Esquipulas. Guatemala. Por el escultor y pintor Quirio Cataño.
México
Las apariciones marianas y advocación en el México colonial fueron ampliamente representados, en un momento cuando muchos criollos de élite; españoles nacidos en América defendían sus identidades locales y la grandeza de la nueva España.
Cristóbal de Villalpando (1649 – 20 agosto 1714) Fue un artista del barroco nacido en la Ciudad de México que fue administrador de Artes y capitán de la guardia. Con una basta cantidad de obras barrocas, situadas ahora en varias catedrales mexicanas, incluyendo las catedrales en Querétaro y ciudad de México, así como una representación del Zócalo (plaza principal) en la ciudad de México, mostrando el daño del motín de 1692 al Palacio virreinal tres años antes.

«La Purisima Concepcion.» Cristóbal de Villalpando.
Su estilo derivo yendo lejos de los extremos de color vivo y excesiva robustez de su inicial influencia de Rubens hacia un estilo más mesurado, utilizando una amplia paleta de colores e incorporando más de las tradiciones de pintura del nuevo mundo, pasando de su anterior uso de luminosidad uniforme a emplear mayor contrastes e interesantes fuentes de luz artificiales dentro de sus cuadros con el fin de añadir un toque de drama. Fue un pintor muy reconocido e imitado.

«La Anunciacion». Cristobal de Villalpando.
Entre los pintores más importantes del XVII en México podemos citar a Baltasar Echave Rioja, pintor mexicano (hijo del pintor Baltazar Echave Ibía (1584-1640) y la hija del también pintor Francisco de Zumaya, llamada Isabel Ibía. Echave Rioja fue seguidor de Murillo y Rubens aunque en su etapa mas temprana ya que su estilo cambio con el tiempo; el pintó, por sólo citar un par de sus obras, “El Martirio de San Pedro de Arbués” que le solicitó el Santo Oficio y “Los Tributos de la Eucaristía, la fe y la Iglesia”.

Entierro de Cristo. Baltazar Echave Rioja.
Su padre Baltazar de Echave Ibía introdujo en su obra aspectos novedosos que son ya mas barrocos, donde utiliza ya los tonos azules de una forma magistral por lo que se le conoce como “El Echave de los Azules”. Represento en sus escenas su versión de como el veía los paisajes alegóricos a las escena bíblicas que se distancian de la forma europea, siendo paisajes que se corresponden mas con los colores y flora del nuevo mundo del virreinato de nueva España (México). Un bello ejemplo es su cuadro de pequeño formato realizado en oleo sobre cobre, donde representa una secuencia historiada que conduce al encuentro de dos ermitaños; San Pablo y San Antonio, realizada en 1620.

«Los Ermitaños» Baltazar Echave Ibia.
Andrés de la Concha,(1568-1612), pintor español con abundantes obras fundamentalmente con la temática religiosa que desarrollo para decoración de catedrales en México cuando se traslado a este país en 1568. Considerado uno de los mejores pintores de la región del llamado nuevo mundo. Entre sus obras destacan “Santa Cecilia” un oleo sobre madera realizado con gran maestría y su versión de la sagrada familia y San Juan en el que sus cualidades como dibujante y la luminosidad en la composición contribuyen a comunicar el mensaje de nobleza en la divinidad maternal de la virgen Maria y su hijo.

«Santa Cecilia» Andres de la Concha.
Miguel Cabrera pintor mexicano que fue uno de los más célebres y prolíficos artistas del México virreinal en el siglo XVIII:
Su pintura incluye representaciones de casta y los retratos a grandes retablos religiosos y pequeños cuadros de devoción. En su famoso cuadro de la Virgen del Apocalipsis de 1760 Cabrera representa una versión mas suave, plena de alegorías al vencimiento de la cristiandad sobre las religiones indígenas. Cabrera y otros artistas en su taller produjeron muchas obras de arte religioso y seculares. Por ejemplo, realizó numerosas versiones de la Virgen de Guadalupe, una imagen milagrosa de la Virgen María que apareció en México en 1531 a un hombre indígena (Juan Diego).

«La Virgen del Apocalipse» Miguel Cabrera 1760.
Juan Correa, Pintó muchas pinturas con temas religiosos, en el estilo barroco para las catedrales de Mexico. El trabajó intensamente entre 1671 a 1716 y alcanzó gran prestigio y fama por la calidad de su dibujo y las dimensión gigantes de algunas de sus obras. Entre las más conocidos: Apocalipsis en la Catedral de México, La conversión de Santa María Magdalena, hoy en la Pinacoteca Virreinal y Santa Catarina y Adán y Eva arrojados del paraíso este último en el Museo del Virreinato de Tepoztlán.

» Las Cuatro Partes del Mundo» Juan Correa.
Otros pintores regionales mexicanos Barrocos importantes de este siglo fueron:
Rodrigo de la Piedra, Jose de Páez, Antonio de Santander, Jose de Ibarra, Miguel Pacheco, Bernardino Polo, Juan de Villalobos, Juan Salguero, Juan de Herrera y José de Juárez (de la primera mitad del siglo XVII), que fue otro de los artistas de gran notoriedad en aquel periodo.
Ecuador.
En Ecuador destaca la llamada Escuela Quiteña, en la que esculturas pintadas con gran maestría resultan fundamentales en los conjuntos religiosos para educar a los feligreses por su gran impacto dramático con su técnica de encarnado (como se llama en pintura y escultura a la simulación del color de la carne del cuerpo humano) que da una apariencia más natural a la piel del rostro de las esculturas. una vez que la pieza estaba tallada y perfectamente lijada. La escuela Quiteña recibe influencias de pintores y escultores españoles pero también flamencos, italianos y moriscos. Esta escuela se caracterizo por recrear pasajes bíblicos, escenas religiosas ocurridas en territorio americano como por ejemplo; milagros de aparición, la virgen, santos y mártires asociados al proceso de evangelización de las colonias.
Un bello ejemplo lo constituye la representación escultórica de la Virgen de Quito, escultura mas famosa de Bernardo de Legarda, en el siglo XVII.
Los personajes, tienen en muchos casos rasgos mestizos y atuendos locales y se hacen referencia con frecuencia a costumbres ancestrales aborígenes. Se representa la fauna local (llamas en lugar de camellos y caballos; cuy en sustitución del Cordero Pascual; monos, zarigüeyas, tapires, felinos, junto con los clásicos borregos de los pastores, etc.), y la flora nativa se descubre en guirnaldas, bordados, incrustaciones, platería, tallas, etc.)
La alusión a plantas vernáculas se utilizan sustituyendo las de la iconografía tradicional europea; en escultura y pintura hay presencia de personajes y costumbres propios del medio; ejecutados por artesanos locales. Tendencia proclive a la «naturalización» de los santos europeos. Las escenas se ubican en un ambiente propio del paisaje andino, de sus ciudades, de su arquitectura.
Miguel de Santiago. Este pintor nacido en (Quito, Circa 1620-1633 – ib ídem, 5 de enero de 1706) en la colonia de la Real Audiencia de Quito (actual Ecuador), fue un destacado exponente de la Escuela Quiteña del siglo XVII. En su obra, considerada una de las más extensas y complejas del barroco americano, Miguel de Santiago representa la forma en que se en forzaba la doctrina religiosa de la época en la que vivió, representando los mandamientos, sacramentos, vicios y virtudes relacionados al mundo cristiano y su iconografía. Tanto el como otros artistas barrocos de América relacionaron hábilmente el espacio empleado por su trabajo pictórico; con los espacios arquitectónicos donde se exponía su pintura, así como con el adoctrinamiento de la iglesia católica, de modo que era asequible para el entendimiento del público medianamente conocedor y aquellos que iniciaban en los caminos de la fe. En la Virgen alada una hermosa pintura de Miguel de Santiago se aprecian los elementos de flora y “atmósferas” locales.

Virgen Alada del Apocalipse. Miguel de Santiago.
De los pintores de esta Escuela Quiteña en el siglo XVII destacan Hernando de la Cruz. nacido como Fernando de Ribera (1592- 1646) de origen panama – ecuatoriano. fue un pintor, poeta y religioso jesuita muy devoto que enseñó pintura a numerosos jóvenes laicos españoles, criollos e indios ansiosos de aprender este arte de la pintura. El realiza dos lienzos de gran tamaño «El Infierno» y «El juicio final» con temas efectistas dirigidos a un público creyente y temeroso. Así como tambien el que se muestra de San Francisco Javier predicando.

San Francisco Javier predicando. Por el pintor Hernando de La Cruz.
Entre sus alumnos estaban Miguel de Santiago y su hija Isabel de Santiago (también pintora).

Arcangel Gabriel realizado por Isabel Santiago hija del pintor Jose Santiago.
Nicolás Javier Goribar. Los jesuitas le encargaron a Goríbar una serie de dieciséis cuadros de los profetas de la Biblia para alojarlos en los pilares de la nave central; esta colección, llamada simplemente «Los Profetas», se convirtió en su primer gran trabajo, y también uno de los más célebres. En la imagen se aprecia el cuadro de uno de los profetas.

El Profeta Haboc. Nicolás Javier de Goríbar. Siglo XVII.
De los pintores del siglo XVIII de esta Escuela Quiteña se encuentran:
Manuel de Samaniego (pintura)
Vicente Albán (pintura)
Francisco Albán (pintura)
Sor María Estefanía Dávalos y Maldonado (pintura y escultura)
Bernardo Rodríguez (pintura)
Laureano Dávila (pintura)
Fray Juan Albán (dibujo)
Cuba
En la región del Caribe se destaca el pintor cubano:
José Nicolás de Escalera.(1734 – 1804) especializado en escenas religiosas y retratos. Se denomina frecuentemente como el primer pintor cubano, el primero de los artistas nativos que dejo obras firmadas.
De Escalera nació en San Cristóbal de la Habana de padre andaluz y madre de origen creole, el 08 de septiembre de 1734. Es poco lo que se sabe de su formación artística; él parece haber tenido influencia la de la escuela de andaluza del siglo XVIII, especialmente de las pinturas de Bartolomé Esteban Murillo.
La mayor parte del trabajo de Escalera es religioso en naturaleza. Es conocido sobre todo por los oleos que adornan la cúpula de la iglesia de Santa María del Rosario, levantada por los Condes de Bayona desde 1760-1766. También se le atribuyen a él las obras que ejecutó en el convento de San Francisco en la Habana (Regina Angelorum) y la iglesia de nuestra Señora de la Candelaria en Guanabacoa (San José con el niño dormido y la coronación de la Virgen por la Santísima Trinidad).

«La Santísima Trinidad». Jose Nicolas de Escalera. Pintor Cubano
Escalera de vez en cuando hizo retratos, como la pintura de Luis Vicente de Velasco e Isla, un héroe naval español. Esto fue ofrecida al Rey Carlos III en 1763 y permanece en la colección del Museo Naval de Madrid. Tambien se muestra otro retrato de su auctorial de Ignacio María De Álava Y Saenz De Navarrete.

Retrato de Luis Vicente de Velasco. por Jose de Nicolas de la Escalera
Otra obra importante es La Santísima Trinidad (ca. 1770), realizada por José Nicolás de Escalera y que se encuentra en la Colección del Museo Nacional de Bellas Artes, la Habana, Cuba.

Retrato de Ignacio María De Álava Y Saenz De Navarrete.
Escalera es el primer artista cubano que ha representado esclavos, como se ve en su obra Santo Domingo predica la familia Bayona y Chacón en la iglesia de Santa María del Rosario.
Es probable que se viera como un artesano devoto que simplemente ejecutaba comisiones para los clientes en un estilo barroco popular y que no estaba especialmente preocupado por la originalidad; sin embargo, en algunas de sus obras, como la Virgen (1801), mostró destellos del naturalismo audaz y colorido que vendría un día a definir el arte cubano. Hay unos cincuenta ejemplos conocidos de su obra en colecciones en Cuba, España y Estados Unidos, muchos de los cuales pueden verse en el Museo Nacional de Bellas Artes en Cuba. Un puñado permanecen en las iglesias y las instituciones donde originalmente fueron pintados.
Otro de los pintores importantes del periodo colonial en esta isla de las Antillas es el pintor cubano nacido en La Habana, Vicente Escobar. (1762-1834), quien se trasladó a la Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid. Allí, este mulato tuvo como maestro al pintor de cámara Salvador Maella. Escobar se ha reconocido como uno de los primeros artistas en levantar su propio taller y fue maestro de otros pintores como el también cubano Juan Del Rio, (1748- ?)

La Virgen del Rosario. pintor cubano Juan del Rio.
La pintura al óleo era el medio con predilección, utilizado por los artistas cubanos de la época para representar sus obras, cuya narrativa ademas de la religiosa, incluían también el tema de la esclavitud negra, la que fue contada e interpretada a través de la mano y la mirada particular de un amplio espectro de artistas antillanos. Vicente Escobar realiza numerosos retratos de familia y personajes por comisión.

Retrato de una dama joven. Vicente Escobar. 1797.
La producción artística caribeña habría de tener como firma, comenzando por Nicolas de Escalera y a través del tiempo, una paleta intensa de color derivada de la naturaleza caribeña, sus atmósferas de azul intenso, brillante sol y verdes con muy disimiles tonalidades, procedentes de una naturaleza diversa y colorida.
El sincretismo religioso se encuentra a todo lo largo de latino América y el Caribe y dio pie a ejemplos pictóricos singulares, donde las tradiciones fundidas representadas alientan la explosión de color típica de estas regiones; protagonistas y testigos de la simbiosis cultural.
Bolivia
Melchor Pérez de Holguín fue un pintor boliviano nacido en (Cochabamba, Virreinato del Perú, 1660–1732), considerado uno de los mejores artistas de la historia de Bolivia y de la pintura barroca española. Su obra se dedica a una Potosí creyente en milagros, donde el arte barroco se fundía con el carácter religioso español. La fe del pintor Pérez de Holguín y sus conocimientos de religión, combinados con ciertas creencias espirituales; consideradas entonces como herejías y cosas sobrenaturales produjeron obras originales en cuanto a los elementos que introduce.

Entrada del Virrey Arzobispo Morcillo en Potosi. por el pintor boliviano Melchor Perez Holguin.
Entre sus pinturas destacan: El Juicio Final (1706), Triunfo de la Iglesia (1708, parroquia de San Lorenzo, Potosí), Entrada del virrey Morcillo en Potosí (1718) San Mateo (1724), perteneciente a la serie de los evangelistas de la Casa de la Moneda de Bolivia; Virgen de la Merced, La peregrina, San Francisco de Asís (1693, Museo de la Casa de Moneda, Potosí) y San Pedro de Alcántara en éxtasis (1701, Museo Nacional de Arte).
Entrada del virrey arzobispo Morcillo en Potosí (1718). Museo de América, Madrid.
Aunque toda la obra de Pérez de Holguín se realizó en la Villa Imperial, algunas fuentes sostienen que pudo haber estudiado en Sevilla con Murillo y que recibió gran influencia de los grabados flamencos y del pintor Francisco de Zurbarán.
Colombia.
Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos también conocido como Gregorio Vázquez de Arce (Santafé, 9 de mayo de 1638–1711), fue el pintor más importante de la época colonial española en Colombia en el estilo barroco hispanoamericano que prosperó a partir de 1650 hasta 1750.
Vásquez ha sido considerado como el pintor más grande proveniente de Colombia. La mayoría de sus pinturas son religiosas en naturaleza, con temas que incluyen la vida de Cristo y de la Virgen, de los santos, y de las escenas del nuevo testamento.

«San Jose con el niño». por el pintor colombiano. Gregorio Vazquez de Arce
Puerto Rico.
Escenas religiosas así como de las murallas del Viejo San Juan fueron utilizadas por el pintor José Campeche y Jordán, ( 23 de diciembre 1751 – Noviembre 7, 1809) uno de los primeros artistas nativos de Puerto Rico en lo que se refiere a las artes visuales, quien con una amplia obra pictórica, realizo cuadros donde se aprecia su evolución desde la influencia barroca típica de la época; donde plasma un contraste entre lo celestial y terrenal, hasta obras que poseen ya características Rococó, estilo en el cual destaco marcadamente posteriormente, por lo que se le considera uno de los mejores pintores Rococó del genero en América. El destaca por la expresión de a paisajes de la isla Puerto Rico en todas sus pinturas.

«San Juan Nepomuceno. 1798. por el pintor de Puerto Rico. Jose Campeche